ARTROSIS DEL PULGAR O RIZARTROSIS
ARTROSIS DEL PULGAR O RIZARTROSIS
La artrosis del pulgar o rizartrosis es un proceso tan frecuente que supone la causa más frecuente de cirugía en un servicio de cirugía de la mano. Resulta invalidante para el paciente puesto que supone una incapacidad en las funciones principales de la mano, que afectan a la capacidad de oposición del pulgar, a la capacidad de hacer pinzas con los otros dedos, que nos permite coger objetos, instumentos, y poder trabajar con ellos o manipularlos.
La artrosis del pulgar se pone de manifiesto cuando las lesiones han producido un deterioro cartilaginoso, pero esta rizartrosis puede prevenirse en los primeros estadíos si prestamos atención a síntomas clave como dolor del pulgar, dolor al coger objetos, pérdida de fuerza en la mano, disminución de la movilidad. Sobre todo tienen que prestar atención jugadores de golf, jugadores o deportistas que usen la mano: baloncesto, balonmano, voleibol, etc…; así como amas de casa, personas que utilizen las manos en posiciones extremas: peluqueros/as, costureras, sastres, personal de confección; e incluso oficinistas o quienes trabajen mucho con ordenadores.
El mejor tratamiento será la prevención, y para ello se deben de conocer los síntomas iniciales pues de otro modo se desarrollará esta rizartrosis.
Esperamos que este artículo sobre la artrosis del pulgar o rizartrosis, les pueda ser útil a deportistas, trabajadores manuales, y todas aquellas personas que la padezcan.
La rizartrosis es una de las patologías más frecuentes de consulta por problemas en la mano, y la primera causa de cirugía por dicha afección.
La mano humana, es el instrumento del que se sirve el cerebro, para poder realizar las tareas y llevar a cabo las ideas; nos permite manipular objetos, agarrar, hacer fuerza…..; dentro de la mano, el pulgar o primer dedo, es un logro evolutivo que nos ha permitido diferenciarnos de otras especies, y conseguir los logros que todos vemos. En los simios más evolucionado incluso, el pulgar no puede realizar las funciones del humano, son más pequeños y están implantados más próximales.
La columna del pulgar está formada por el pulgar propiamente dicho, con las falanges (dos en este caso), el metatacarpiano, el trapecio y el escafoides.
La disposición de estos huesos, hace que se puedan realizar las pinzas finas de oposición entre el pulgar y el resto de huesos, y podamos manipular objetos delicados, asimismo que podamos realizar una fuerza precisa y concentrada en un punto.
Con el uso, la edad, la profesión, patologías concomitantes…., la articulación más vulnerable de esta columna del pulgar, la trapecio-metacarpiana, sufre una degeneración, una artrosis en definitiva, y a partir de aquí comienzan los problemas con la mano….
¿QUE SINTOMAS APARECEN?:
Los pacientes afectos de rizartrosis cominzan quejándose de DOLOR, es un dolor que se provoca al manipular objetos, al hacer la pinza.
Como consecuencia del dolor el paciente no puede coger los objetos con FUERZA, por tanto estará DISMINUIDA.
Conforme el proceso avanza los movimientos más extremos comienzan a limitarse: LIMITACION DE LA MOVILIDAD.
En la radiografía de la izquierda, aparece claramente lo que estamos indicando, se trata del primer dedo y en la base del mismo, vemos como debería existir una articulación, la trapecio-metacarpiana, que prácticamente ha desaparecido, existiendo osteofitos (o crecimiento de hueso compensatorio, quistes, geodas….).
Este es un caso de larga evolución, años en los que el paciente ha estado “aguantando” dolor, y que acude con gran limitación de la movilidad y pérdida de fuerza.
TRATAMIENTO:
En los primeros estadíos, el tratamiento consiste en aliviar el dolor, usando para ello de medicación anti-inflamatoria y analgésica, y restringiendo la movilidad mediante el uso de férulas que la limiten y no provoquen el dolor.
En los estadíos más avanzados, el tratamiento será quirúrgico.
Tratamiento Quirúrgico:
Si la articulación no está muy afectada, y dependiendo del proceso de base que haya propiciado la patología, se pueden realizar cirugías para intentar conservar la articulación y que no progrese la enfermedad o lo haga de modo más lento, básicamente mediante osteotomias del primer metacarpiano.
Lo más frecuente sin embargo, es que los pacientes nos consulten cuando la afección está más desarrollada, y tengamos que recurrir a procedimientos sintomáticos, es decir de alivio de los síntomas para tratarles; aquí es donde cobra mucha importancia: La profesión del paciente, el uso que se emplea con la mano, las necesidades, la edad….
El porque de esta diferenciación es sencillo de explicar: Un paciente acude por dolor, limitación de la movilidad y pérdida de fuerza como hemos explicado, en el estado actual de la medicina, por desgracia carecemos de métodos quirúrgicos que puedan satisfacer todos los objetivos a la vez, es decir:
CASO 1.- Si un paciente necesita fuerza en la mano, la operación diseñada para esto aliviará el dolor y mantendrá la fuerza, pero a costa de perder la movilidad de la articulación trapecio-metacarpiana y los movimientos más finos, pues ofreceremos una ARTRODESIS, o fusión de la articulación, que es un procedimiento tradicional que se indica en trabajadores manuales que alivia el dolor conservando la fuerza.
CASO 2.- Un paciente que no necesita fuerza en la mano, con dolor en los movimientos, el caso más frecuente es el de una ama de casa o una persona de mediana edad ( más de 60); en estos casos ofertamos al paciente mantener la movilidad de la articulación (se puede ofertar también una artrodesis), y para ello contamos con dos grandes grupos de técnicas: ARTROPLASTIA DE INTERPOSICIÓN BIOLOGICA o una PROTESIS ARTIFICIAL.
Las Artroplastias de Interposición Biológicas, consisten en interponer un material biológico, la mayoría de las ocasiones un tendón (palmar, abductor…) en la articulación, retirando en muchas ocasiones una de las superficies afectas (normalmente el trapecio). Son técnicas muy efectivas en el alivio del dolor, conservando la movilidad, aunque la fuerza o la capacidad de hacerla se vé mermada (aproximadamente en un 70%).
Las prótesis artificiales, de las que se dispone de distintos modelos, permiten conservar la movilidad, alivian el dolor, y mantienen algo más de fuerza; nuestros resultados personales han sido muy satisfactorios con este tipo de técnicas y en nuestra serie hay pacientes que la llevan implantada más de 20 años. Su problema es el mismo que con otras prótesis, están sujetas al desgaste, a la luxación, a la infección….., etc.
Este artículo sobre la artrosis del pulgar o rizartrosis ha sido elaborado por el Dr. Emilio José Salmerón Martínez; Doctor en Medicina y Cirugía, especialista en cirugía ortopédica y traumatología. Pueden consultarle en cualquiera de sus consultas y también on-line.
Si les es más cómodo pueden llamar al teléfono de consulta:
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